Uno de los modos más simples consiste en echar dos cucharadas de salvia seca y dos cucharadas de té negro en medio litro de agua hirviendo.
Cúbralo y déjelo cocer a fuego lento durante veinticinco minutos.
Luego manténgalo en remojo varias horas y cuélelo.
Frote todos los días el cabello y el cuero cabelludo con un poco de este líquido para oscurecer gradualmente el cabello.
Cuando consiga el tono castaño deseado,
reduzca la aplicación diaria a dos veces por semana, o menos, según sus necesidades.
El té de salvia debe prepararse de nuevo cada semana. . Si la cantidad sugerida resulta excesiva para la provisión semanal, gradúe los ingredientes como sea conveniente.
Fuente: El Libro de la belleza Natural
Virginia Castleton
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